miércoles, 18 de mayo de 2011

Prefiero eso antes que quedar aquí abandonada. Y como tu partida es inevitable tendré que aprender a dejar de sollozar cuando te largas de mi cama y me dejas abrazada a la almohada. O cambiará mi vida y me mudaré contigo, dormiré en las seis letras que tiene tu nombre, cuando tenga sed beberé de tu alma que siempre inunda mis ojos, y de sobra sé que voy a alimentarme de tu piel con aroma a la brisa de aquel verano en el que te conocí.