jueves, 18 de noviembre de 2010

Algo me dice que tú mientes cuando escucho esas palabras de tu voz. Que aún me amas, que me extrañas o acaso te conmueves de mi amor. A veces quiero llorar, a veces quiero gritar. Pensar que me hiciste mujer (el primero que a mi me toco) y no te puedo borrar. Fuiste tu mi gran anhelo, tentación de mis deseos, sólo tu. Mi cuerpo lleva tus huellas, me robaste la inocencia y mi luz. Sabes que pienso si esa noche la recuerdas como la recuerdo yo. Más bien lo dudo, yo era virgen y tú, mejor ni hablar. Dicen que las mujeres somos perras y jugamos al amor. Pero nunca dicen cuando los hombres hieren a las mujeres como yo. ¿Qué gana una mujer si es culpable o inocente? Siempre sale perdedora. Si somos infieles, somos perras, y si fiel, el ejemplo es mi canción.