viernes, 17 de junio de 2011

Ahora sinceramente ya no pienso en el amor. Bueno en el fondo si lo hago, pero no de una manera tan planificada y obsesiva como hasta hace poco. Por el momento he decidido adaptarme a la idea que mantiene esta regla: Si tiene que venir, vendrá. Si alguien te abraza, lo abrazas, y si no te abraza, pues no lo abrazas,
y ya esta no pasa nada.