viernes, 30 de julio de 2010

Quiero confesar que ahora estoy pensando en tu sonrisa. Lo mismo hago a todas horas, tu aroma llega con la brisa, tu aliento como una caricia. Tu amor me llena de alegría cada día, quien diría. Quiero que sepas que por ti me muero. Tus ojos son como luceros con lo que alumbro mi vida, mi alma y mi fantasía. Estar tan sola no podría, cada día moriría. Mi alma te pertenece y a Dios le ruego que tus ojos no dejen de mirarme, que tus labios no dejen de besarme, que tu vida solo sea para mí. Atrapada en tus redes por amor, en los lasos de seda de tu prisión. Encadenada a tu almohada y a tu tierna mirada.Hoy te digo que te entrego el corazón. Mi amor, te entrego el corazón